La interacción entre hombres y máquinas está abriendo nuevos campos que mejoran día a día la productividad. La realidad aumentada industrial (industrial augmented reality, en inglés) proporciona una interfaz 3D donde podrás visualizar y controlar las funciones de tu fábrica en cualquier momento y lugar.
La realidad aumentada en la industria, cruzada con los datos arrojados por la fábrica durante el proceso productivo, enriquece la interacción entre hombres y máquinas, haciéndola más intuitiva, eficiente y segura, a la par que un apoyo imprescindible en el ecosistema de las instrucciones de trabajo de tu fábrica.
La idea principal de la realidad aumentada y el guiado visual en la industria es la superposición de elementos virtuales visuales y auditivos en el entorno real de diferentes elementos de la fábrica. Cuando interactúas con estos elementos virtuales, (por ejemplo, accionar una palanca), puedes materializar ese cambio en el componente real de la fábrica.
Gracias a este sistema, puedes crear entornos de diferentes secciones de tu fábrica para conocer su comportamiento real. Por ejemplo, un sistema virtual de engranajes basado en uno real, con propiedades físicas como el rozamiento o la oxidación, para estudiar el tiempo de vida de tus piezas.
Lógicamente, al poder simular interacciones en el mundo virtual, no tendrás que preocuparte de las consecuencias en tu producción en caso de errores.
Puedes crear entornos de pruebas (sandbox) ajustados a las capacidades y la experiencia de cada empleado para formaciones específicas.
Despreocúpate de realizar un cambio irreversible en tus equipos industriales. Con la realidad aumentada, puedes equivocarte sin consecuencias.
De igual manera, puedes controlar las funciones de tu fábrica desde cualquier lugar, como si estuvieras frente al equipo industrial que pretendes manipular.
Las tareas de mantenimiento se simplifican significativamente al detectar de forma inmediata las anomalías en tus equipos industriales.
Una misma interfaz puede ser manipulada por varias personas, aumentando el enriquecimiento mutuo y reduciendo errores en entornos reales.
El usuario tiene que sentirse cómodo y con libertad de movimientos, para poder ampliar horizontes en la exploración mediante una interfaz intuitiva.
Toda la carga tecnológica y la complejidad tienen que recaer en los equipos, precisamente para que el usuario sienta que es simple.
Las aplicaciones deben combinar tres capas de interacción: lo percibido en el mundo real, la información adicional y el mundo aumentado consecuencia de las anteriores.
La exploración debe ser intuitiva, pero el usuario debe enfocarse en la tarea industrial marcado por el objetivo de la exploración (mantenimiento, formación, etc.).
El usuario debe poder proporcionar su propia devolución de impresiones, porque en una simulación la experiencia es diferente para todos.
Hacer que un operario escanee con la cámara de una tablet una máquina y si falta alguna pieza o está colocada incorrectamente, saltará un aviso.
Simular los espacios donde cada operario tendrá que manipular cierta maquinaria para mejorar los aspectos ergonómicos del entorno.
Proporcionar prototipos virtuales testados de los productos a los clientes, para que puedan interactuar con ellos antes de pasar a producción.
Proveer información visual en tiempo real en la sección manual de la cadena de montaje, para que los operarios sigan las instrucciones desde cualquier ángulo.
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