Seguramente has oído hablar del Internet de las Cosas (IOT, por sus siglas en inglés, Internet of Things), la tecnología que conecta dispositivos diferentes entre sí mediante una red. Existe una variante de esta tecnología aplicada a las fábricas: el IOT industrial, una solución que deberías implementar cuanto antes para simplificar tu proceso productivo.
Un ejemplo representativo del ámbito doméstico del IOT (domótica) podría ser un frigorífico capaz de enviar la lista de la compra a tu móvil en función de las existencias de productos refrigerados. A poco que dejes volar tu imaginación, las aplicaciones del Internet de las Cosas en la industria se multiplican exponencialmente.
El IOT industrial (conocido como IIOT) tiene dos principales capas funcionales: los dispositivos físicos que se desean conectar y el software que lo hará, generalmente implementado bajo una estructura modular en la nube.
Imagina que tu fábrica es un pueblo con diez casas (los dispositivos) conectadas entre sí mediante una o varias carreteras (el software). No todas las carreteras podrían estar construidas de la misma manera, y esto podría depender del terreno, la seguridad, cuántas personas al día pasarán por cada carretera, etc.
La sincronización de estos dispositivos y los módulos en el ámbito industrial busca un único objetivo: aumentar la eficiencia energética, de productividad, de procesos internos y, por supuesto, el beneficio económico.
Tu productividad aumentará, porque las máquinas conectadas entre sí generan datos orientados a la mejora continua del rendimiento y los procesos.
El análisis de estos datos te aportará información que te permitirá identificar de manera anticipada determinados problemas y sus causas.
El IOT implementado en las fábricas abre la puerta a futuras mejoras, al estar construido sobre una arquitectura de software modular en la nube.
Las acciones se muestran en tiempo real, de extremo a extremo, y en todo momento conocerás en qué punto está el proceso.
La visualización de datos IOT gira en torno a un sistema que centraliza todas las acciones, aumentando la trazabilidad del proceso productivo.
La principal propuesta de valor del Internet de las Cosas industrial es que ahorres en tu proceso, gracias a la optimización de recursos.
Del inglés cyber-physical system, es el elemento central de IIOT: el sistema que centraliza los dispositivos y soporta la estructura de red que los comunica.
Del inglés cloud computing, busca la simplicidad en la comunicación entre máquinas y equipos integrados en la nube, de forma accesible en cualquier lugar.
Del inglés edge computing, proporciona un sistema de almacenamiento de datos en el lugar donde se necesita, para facilitar el acceso inmediato a ellos.
Del inglés big data, es la macroestructura de datos cruzados para generar nuevas respuestas en función del comportamiento de los equipos industriales.
La inteligencia artificial, y más concretamente el aprendizaje automático (del inglés machine learning) optimiza la comunicación entre equipos con mayor precisión.
Crear un sistema de sensores que detecten cambios térmicos y se comuniquen con el sistema de refrigeración para subir o bajar la temperatura.
Acceder de forma remota a todos los datos y tomar decisiones basados en la recomendaciones proporcionadas por los macrodatos.
Mejorar la entrega automatizada de materiales entre el muelle de descarga y el almacén, de máquina a máquina (en inglés, machine to machine o M2M).
Identificar los motivos principales de los tiempos de inactividad de tu fábrica y realizar monitoreos entre operarios.
Contáctanos y realizaremos una demostración de la implementación del software industrial del Internet de las Cosas.