Casi con toda probabilidad, la demanda de tu producto no es homogénea a lo largo del año, lo cual puede ser un problema que te obligue a ajustar tu producción constantemente. Entonces, ¿cómo saber cómo, cuánto y cuándo realizar esos ajustes? El plan maestro de producción o Master Production Schedule (MPS), por sus siglas en inglés, es la herramienta de software industrial que te ayudará a resolver ese problema.
Sea por el motivo que sea, vas a necesitar controlar en todo momento el equilibrio entre oferta y demanda. En la industria 4.0, la filosofía productiva está cambiando de “producir mucho” a “producir bien”, un objetivo factible gracias a las herramientas actuales de organización industrial.
Gracias a los módulos de mantenimiento podrás automatizar de forma segura y efectiva los trabajos de mantenimiento, podrás gestionar tus activos, definir horarios y tiempos y actualizar tareas de revisión y administración, ganando en tiempo y en reducción de costes.
- 1 Qué es un plan maestro de producción (MPS) y cómo hacerlo
- 2 ¿Qué es un plan maestro de producción (MPS)?
- 3 Beneficios de un Plan Maestro de Producción efectivo
- 4 Objetivos del plan maestro de producción en la gestión eficiente de la producción (Relación entre el MPS y la cadena de suministro y cómo el MPS optimiza la planificación de la producción)
- 5 Componentes del Plan Maestro de Producción
- 6 ¿Cómo se hace un plan maestro de producción paso a paso?
- 7 Tecnologías y Herramientas para el Desarrollo del MPS
- 8 Desafíos comunes en la creación del MPS y cómo superarlos
- 9 Conclusiones
¿Qué es un plan maestro de producción (MPS)?
El plan maestro de producción (MPS), más que una herramienta, es un conjunto de herramientas o aplicaciones integradas que analizan diversas fuentes de datos para la gestión eficiente de la producción, en función de la demanda. Dicha demanda puede tener diferentes motivos:.
Estacional
Los picos de adquisición de tu producto están condicionados por la demanda en diferentes meses del año. Ejemplo: una fábrica de dulces navideños, cuyos productos tendrán mayor demanda en diciembre que en junio. En este caso, el MPS debe prever los tiempos de producción y logística con meses de antelación.
De demanda de materias primas
Del mismo modo que tú tienes picos de demanda, los proveedores de tus componentes también lo tienen. Siguiendo con el ejemplo anterior, si utilizas azúcar para elaborar estos dulces navideños, probablemente tu competencia también lo necesitarán, y con toda seguridad el precio de esa materia prima se incrementará para todos.
Geopolíticos
A veces, motivos geopolíticos locales o internacionales pueden ser condicionantes que te obligan a ajustar tu producción. Ejemplo: unas próximas elecciones en un país proveedor de cierta materia prima, donde los pronósticos dan la victoria a un partido político que ha prometido cortar determinada subvención a dichas materias primas.
Sociales o culturales
A veces, la necesidad de adquirir un producto está condicionado por el interés puntual, o una moda pasajera, o una necesidad social coyuntural. Ejemplo: en el año 2020 las mascarillas respiratorias fueron muy demandadas porque no eran un artículo habitual en los hogares, y su precio se disparó. Hoy en día, en el caso de volver a necesitarlas, probablemente el gran público ya está provisto de mascarillas. El gran pico de producción de mascarillas (crucemos los dedos) tuvo su momento.
Beneficios de un plan maestro de producción efectivo
Los beneficios de implementar una herramienta de planificación de la producción son muy numerosos. Es una fuente de datos cruzados que ampliará tu visión sobre tus necesidades y los tiempos de producción anual.
Optimización del ciclo productivo y logístico
Hoy en día, la cadena de valor de una fábrica abarca tanto la fase de producción como la fase logística. El MPS ejerce influencia sobre ambas, y las herramientas que controlan el flujo de entrada y salida de materiales están en permanente comunicación con aquellas dedicadas a la producción.
Ahorro de tiempo y costes
La gran capacidad de procesamiento de datos es capaz de mostrar respuestas con una inmediatez que sería imposible de obtener de manera manual. Este ahorro de tiempo implica un ahorro de costes.
Visión general de tu fábrica
En ocasiones, tus previsiones de producción van en una dirección y no has contado con factores que un MPS sí tiene en cuenta. Aunque tú tienes la última palabra para poner en marcha o detener la producción de un lote, podrás tener un panorama más amplio del contexto gracias al MPS.
Alineamiento de los objetivos con la capacidad productiva
Independientemente de lo ambiciosas que sean tus previsiones de crecimiento y expansión, necesitarás tener la certeza de que tu capacidad productiva estará alineada con tus previsiones. Ejemplo: si la demanda de tu producto final tiene unos picos concretos en el año, el MPS te ayudará a evaluar tu capacidad de producción y por tanto prever la cantidad de personal que necesitarás en cada campaña.
Eliminación de cuellos de botella
Conocer de antemano las necesidades de producción y de provisión de materias primas evitará los cuellos de botella y los atascos no deseados en tu producción, facilitando el flujo correcto en la cadena productiva.
Objetivos del plan maestro de producción en la gestión eficiente de la producción
El objetivo principal a la hora de implementar un plan maestro de la producción es optimizar los procesos y, en consecuencia, ahorrar costes. Como decíamos al principio, no se trata de producir mucho constantemente, sino producir en las cantidades necesarias según una previsión real de la demanda.
Incluso si tu producto no es perecedero y tienes gran espacio de almacenaje, producirlo sin saber cuál es la demanda real, a la larga será un problema. Por eso, ajustar los ciclos de producción es clave para la eficiencia, algo que se consigue mediante la calendarización automática de dichos ciclos.
Diferencias entre MRP y MPS
Cuando hablamos de calendarización, existen dos niveles principales: la calendarización global de todo el flujo de trabajo y los diferentes subniveles que afectan por separado a las materias primas y, en su caso, a cada producto final en caso de producción múltiple. Por eso, además del MPS, también hablamos del MRP:
- El MPS sería ese primer nivel global de calendarización de la producción. Tiene en cuenta todos los procesos implicados en la producción, incluyendo la fase logística posterior y la logística inversa de reciclado, reutilización y reducción de materias primas. Ejecuta o detiene la producción tras evaluar la demanda externa del producto final.
- El MRP (Material Requirements Planning, por sus siglas en inglés) es uno de los subniveles más importantes. Vela por el correcto flujo en la cadena de suministro para poner en marcha la producción, independientemente de la demanda externa del producto determinado por el MPS. En otras palabras, un MPS no podrá ejecutarse si el MRP no confirma que existen las materias primas necesarias.
Diferencias entre ERP y MPS
Si el MRP nutre al MPS, el MPS nutre al ERP. Básicamente, el sistema de planificación de recursos empresariales (ERP por sus siglas en inglés, Enterprise Resource Planning) es la estrategia de crecimiento de la fábrica o empresa y que implica a todas las áreas. Dicho crecimiento está condicionado por la capacidad de producción total, y por este motivo se considera que un ERP no puede ser certero si no está adecuadamente sustentado por el MPS.
Componentes del plan maestro de producción
Existen varios componentes en la elaboración de un programa maestro de producción. Todos tienen que ver con datos aportados tanto por la propia fábrica como por fuentes externas y que, cruzados entre sí adecuadamente, te ayudarán a trazar la estrategia de calendarización de tu producción.
La siguiente lista no es universal, porque cada fábrica puede incorporar o prescindir de componentes de acuerdo a sus necesidades, pero algunos de los más importantes y frecuentes son:
Inventario de tu producto final
Conocer cuánto producto final tienes antes de producir más, es imprescindible. Esto afecta principalmente al área de almacén, y contar con un sistema de gestión de almacenes puede ahorrarte mucho esfuerzo y costes. Esto incluye las variaciones de productos (ejemplo: diferentes tallas y colores en una línea de ropa).
Inventario de tus materias primas
Obviamente, el número de materias primas que tengas determinará el volumen de producción. En caso de necesitar más, puedes aplicar el llamado Inventario ABC para categorizar las materias primas según su importancia en la producción y dedicar más recursos logísticos, de seguimiento, de seguridad, etc. a unas que a otras.
Informes de ventas
Si conoces los picos de demanda y ventas de tus productos finales, puedes ejecutar o detener la producción en función de las variaciones. Por ejemplo: si el mes pasado vendiste cierta cantidad y el mes en curso vendes el doble, puedes crear una instrucción en el MPS que retome la producción porque se entiende que está subiendo la demanda.
Acciones de la competencia
Como se dice popularmente, "cuando las barbas del vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar". Si tu competencia comienza a producir más, o ves que está realizando una potente campaña de marketing, o está incrementando su presencia en medios, etc. es un claro indicativo de que tú también tienes que estar ahí, sea como sea.
Fuentes externas
Como decíamos anteriormente, es importante tener en cuenta factores aparentemente ajenos como por ejemplo la previsión meteorológica. Así, es frecuente obtener estas fuentes externas mediante herramientas de inteligencia artificial. Por ejemplo: ¿tu materia prima viene por carretera desde Europa del Este y se prevén nevadas la semana que viene? Anticípate y trae cuanto antes esa materia prima.
Límite de producción
Toda producción tiene un límite anual de ventas o incluso puede estar supeditada al ciclo de vida de la fábrica. Expandir ese límite depende de muchos más factores que la mera oferta y demanda de tu producto (factores como el crecimiento empresarial, la presencia global, tendencias en el sector, etc.), y siempre hay que ejecutar una calendarización realista.
¿Cómo se hace un plan maestro de producción paso a paso?
Existen muchas metodologías aplicables para ejecutar los diferentes tipos de plan maestro de producción pero, en líneas generales, los principales pasos a seguir son comunes a todas. Como veremos, en las primeras fases la intervención humana está más presente, mientras que poco a poco el MPS va tomando el control.
Este proceso se realiza de manera digital, en un entorno paperless, para que quede un log (o registro) pormenorizado de todos los pasos, y que, en caso de errores, se pueda localizar más fácilmente el punto de recuperación.
1. Conoce tu producto
Parece obvio, pero el uso que se dé a tu producto puede variar de año en año y puede que estés asumiendo conceptos erróneos o desfasados sobre ello.
2. Conoce la demanda de tu producto
Derivado de lo anterior, hazte estas preguntas: ¿qué necesidad cubre mi producto en mi público objetivo? ¿Es mejorable para cubrir más y mejores necesidades?
3. Realiza un primer pronóstico intuitivo
Fíate de tu olfato inicial a la hora de afrontar una producción. Ya habrá tiempo después para contrastar tu intuición con los datos reales que te arroje el MPS.
4. Conoce y evalúa tus tiempos
¿Cuánto tardas en producir? ¿Cuál es tu tasa de productividad? ¿Cuánto tardas en embalar y distribuir? ¿Llegarás a tiempo para el pico de demanda de tu producto? ¿Tienes inventario suficiente en caso de reclamaciones de clientes? El MPS te ayudará a conocer estos datos con fiabilidad.
5. Anticípate a los puntos débiles
¿En qué puntos se producen caídas en la producción? ¿Necesitas un calibrado previo de la maquinaria? ¿Los operarios están capacitados adecuadamente? Anticípate a esos problemas y considera la mejor forma de solucionarlos. Un consultor industrial podría ayudarte enormemente.
6. Integra los datos que necesitarás
En realidad, no los integras tú. Los integra la herramienta de planificación industrial y los sincroniza con el resto de herramientas de la fábrica, e incluye datos relativos a la oferta y la demanda, plazos de etapas logísticas, etc. y otros como datos meteorológicos, de rutas cortadas en el momento de la distribución, etc. Este proceso se acelera enormemente gracias al machine learning.
7. Ejecuta la fase de pruebas
Tu MPS ya está nutrido de los datos que necesita. Es el momento de comenzar las pruebas y simulaciones de contextos productivos calendarizados para conocer las respuestas que genera el sistema y el entrenamiento que han recibido los operarios..
8. Ejecuta el MPS en el contexto real
Ahora sí, llega el momento de la verdad. Ejecuta el MPS en modo producción y comienza a recibir datos reales.
¿Quieres saber cómo se implementaría un plan maestro de producción en tu fábrica?
Tecnologías y herramientas para el desarrollo del MPS
Como ya hemos mencionado, un MPS exitoso se realiza tomando datos de diferentes fuentes, basados en la oferta, la demanda y los diferentes vectores de previsión.
- Herramientas de gestión de bases de datos. Registros internos de ventas, de gestión de inventario, de mermas, de devoluciones, costes indirectos, etc. Cuantos más años de registros existan, más preciso será el MPS.
- Machine learning. Previsiones internas de productividad y capacidad productiva tomando como base lo ya realizado con anterioridad.
- Inteligencia artificial (IA). Por ejemplo, gestión de rutas, previsión meteorológica, contexto macroeconómico, etc.
- Herramientas de visualización de datos. Nada de lo anterior sirve si los datos no son presentados de manera clara y entendible por seres humanos.
Desafíos comunes en la creación del MPS y cómo superarlos
Como ya hemos mencionado, un MPS exitoso se realiza tomando datos de diferentes fuentes, basados en la oferta, la demanda y los diferentes vectores de previsión.
- Empinada (y larga) curva de aprendizaje. Son tantas las herramientas que se integran y tantos los datos que se cruzan en un MPS, que saber leer los resultados con exactitud requiere bastante tiempo y habilidad. De nuevo, el correcto asesoramiento y la capacitación de los operarios es clave para dominarlo.
- Tendencias efímeras. Imagina la situación: pasas años diseñando un producto que en su día era rompedor y necesario, y cuando vas a lanzarlo ha decaído el interés. La manera de evitar esta situación pesadillesca es conocer bien tu producto y realizarlo escalable para nuevas funciones.
- Diversos canales de ventas. Si tu producto se vende por internet, mediante comercial cualificado o en puntos físicos de retail, puedes tener un problema de stock si no están correctamente sincronizados dichos canales de ventas. Un sistema MES puede ser tu gran aliado para solucionar este problema.
- Escalabilidad indefinida. ¿Está preparado tu negocio para crecer? Al igual que cualquier forma de vida se desarrolla cuando las condiciones que permiten su crecimiento sean estables, en la manufactura sucede lo mismo. El MPS se desarrollará cuando las condiciones de tu fábrica sean consistentes.
Conclusiones
Un plan maestro de producción te ayudará a calendarizar tus ciclos productivos y logísticos en función de la demanda, de la oferta y de tantas otras fuentes de datos como tu fábrica necesite. Si deseas conocer más en profundidad y ver una demostración, contáctanos y te ayudaremos.
¿Tienes curiosidad de cómo la inteligencia artificial industrial puede ayudarte? ¡Escríbenos!